Dr Jorge C Stanham MBE
jorgestanham@yahoo.com
Acceder al prestador adecuado y al cuidado necesario es una de las seis dimensiones de la calidad: la oportunidad. (Las otras dimensiones son la seguridad del paciente, la atención centrada en el paciente, la efectividad, la eficiencia y la equidad.) El acceso limitado puede tener como consecuencia un diagnóstico tardío, un peor pronóstico, más estudios y consultas y potencialmente, un resultado desfavorable o fatal. La accesibilidad se acentúa cuando hay disparidad entre demandas crecientes que deben ser satisfechas por recursos insuficientes o decrecientes (humanos, materiales, organizacionales, etc).
La demanda creciente es esperable al aumentar las necesidades de atención de la generación de los Baby Boomers (nacidos entre 1946 y 1964), que son más del 15% de la población uruguaya y que serán casi el 20% al final de la próxima década. A pesar que el número de médicos graduados aumenta a razón de más de 1 por día (más de 400 por año) esto no garantiza que se opten por las especialidades que serán más requeridas: medicina familiar, medicina interna, pediatría, geriatía, medicina rehabilitativa y física, además de los profesionales de la salud que también serán más demandados: enfermería domiciliaria, fisioterapia, nutrición, farmacia, asistencia social y salud mental.
Es habitual que la accesibilidad sea asociada a problemas de distancia geográfica o más propia de zonas rurales. Sin embargo, es más que nada un problema para quienes viven en centros urbanos, con complejidades del tránsito, de estacionamiento y de sistemas de transporte público mal diseñados. Para las generaciones más jóvenes (GenX, nacidos 1965-1979 y GenY, nacidos 1980-1999) quienes son actualmente la mayor parte de la fuerza laboral en muchos países, la accesibilidad se complica por la baja compatibilidad entre los horarios de trabajo y la de los de los servicios disponibles, a lo que se agregan las dificultades de desplazamiento urbano mencionados arriba.
Como he mencionado en otros posts, a partir de este año estamos viviendo un crecimiento de 2 dígitos anuales en la disponibilidad y uso de los servicios de telemedicina (o telesalud) en los próximos 5 años. Esto ha sido la consecuenca de 5 tendencias, como fue publicado recientemente por MDLive, un servicio proveedor de telemedicina/telesalud (1):
- Pacientes/usuarios empoderados con smartphones conectados a servicios cloud-based.
- La inteligencia artificial, el refinamiento analítico y la experiencia personalizada del paciente/usuario.
- Menos dependencia de los sistemas de pago actuales.
- Satisfacción del consumidor, aumento de la demanda y costos reducidos, con progresivo involucramiento de los usuarios, al removerse las barreras de la telemedicina.
- Un disciplinado enfoque en la seguiridad de los datos, que aumentará la confianza de los consumidores y el control por los proveedores.
Seguir dependiendo del modelo tradicional, uno-a-uno, cara-a-cara, en-persona, será cada vez más ineficaz para resolver la demanda creciente de una población por un lado envejecida y por otro, de jóvenes más limitados en la disponibilidad de su tiempo. La tecnología actualmente es ubicua; los smartphones abundan; el software está en la cloud, los sensores para monitorizar a los pacientes a distancia son una realidad, como lo será la posibilidad de brindar acceso 24/7/365 a cada vez más personas.
La telemedicina no es el futuro. Está ya sembrada en nuestro sistema y estará brotando mientras escribo y hablamos.
(1) FierceMarkets Custom Publishing, February 2018.
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